Lo prometido es deuda y voy a contarte el porque de mi cambio de look, y el proceso que he pasado para llegar hasta aquí.
Han sido unos meses de muchas dudas, cambios e incertidumbres, desde que decidí dar el paso y atreverme a cambiar, porque sí, hay veces que hay que tener un par, cuando decides dar una vuelta de tuerca a todo como he acabado haciendo y he de decir que yo soy más del género rajada.
Locura Creativa lleva conmigo cinco años, nació como un proyecto enfocado al diseño gráfico, invitaciones y logotipos, que poco a poco ha ido evolucionado y cambiando al igual que yo, tanto, tanto… que ahora las bodas y los eventos creativos son los que me hacen ilusionarme, disfrutar y levantarme con una sonrisa cada mañana; por ello desde hace un tiempo, tenia la sensación de que algo no estaba bien, y que los parches ya no eran la solución, por lo que antes de continuar, creí que lo mejor era parar, pensar y reordenarlo todo, tarea nada fácil.
El cambio
Cambiar el naming fue mi primera comedura de tarro, creo que realice mil listas con pros y contras durante un tiempo; a todo el mundo a mi alrededor le preguntaba por mi proyecto, quería saber como lo percibía, que opinaba del logo, la web, si se entendía a que me dedicaba… y como era de esperar encontré mil respuestas diferentes, pero todas terminaban casi siempre igual:
» … pero eso es decisión tuya y si no te convence es el momento de cambiar».
Así que al final me lié la manta a la cabeza y decidí cambiar, buscando reorientar mi proyecto.
Para la nueva imagen, quería una identidad corporativa creativa, moderna y diferenciadora, pero que no perdiera la esencia de Locura Creativa, ya que yo sigo siendo la misma, sólo que más centrada y con las ideas más claras. Continuo apostando fuerte por las bodas y eventos nada convencionales y atrevidos, pensados para aquellas personas que les apetezca romper las normas y hacer de su gran día algo sorprendente y muy especial.
Encontrar un nombre, una sensación que contara al mundo lo que yo quería, ese no se que diferenciador y personal, no fue fácil, después de mil propuestas de nombres y más nombres al final el camino fue retroceder a mi yo más intimo, personal y recuperar algo que ahora tenia un poco olvidado.
Te voy a contar la que va ha ser mi primera confesión contigo. Si me preguntas como me llamo, te diré que Arancha, pero en realidad no es así, en mi DNI pone que me llamo Mª Aranzazu, nombre por el que sólo me llama mi madre cuando se cabrea conmigo y que pocos conocen, y ZAZU es el apodo por el que algunas amigas de toda la vida me conocen y llaman aún, por lo que en esa búsqueda, llegué a la conclusión de que nada podía representarme mejor que ZAZU que soy yo.
En estos años he aprendido mucho, escuchado a grandes profesionales y expertos en marketing, empresas, diseño, wedding planner… gracias a ellos he reorientado mi proyecto y tengo la nueva web, de la que no puedo estar más orgullosa y te invito a visitar.
Nos seguimos leyendo,
Arancha
