Después de catorce años de novios, y un año pensando e imaginando cómo sería cada rincón, cada pequeño detalle de su boda rústica en el Palacio de Esquileo, por fin llegó el gran día de Nuria y David.
Su gran amor y las ganas de disfrutar de su día, no impidió que el tiempo les jugara una mala pasada; la previsión de lluvia para el momento del cóctel era alta, por lo que amanecimos teniendo que tomar la decisión de si pasar o no al plan B.
Aun así, pese a la amenaza de lluvia, a Nuria y a David no se les borró ni un segundo la sonrisa, y disfrutaron cada segundo de su romántico día, rodeados de todos sus familiares y amigos más queridos.
Si quieres ver como fue su bonita boda, sus increíbles looks, donde se casaron, como montamos los mil rincones de decoración en los que trabajamos al milímetro junto con Nuria y David, para llevar a cabo cada una de sus ideas y lo más importante… confirmar si al final llovió o no; te invito a que vea las alucinantes fotos de Momenta Bodas que inmortalizaron cada instante.
El novio
Guapísimo, súper elegante y feliz estaba David, sorprendió a todo el mundo con un diseño hand made, de la Sastrería Pugil hecho medida, donde los tejidos escogidos por él para su realización contaban sus aficiones.
Después del baile, David sorprendió a todos con un cambio de look más informal, divertido y desenfadado; se cambio el chaleco que resultó ser reversible, sorprendiendo así a Nuria al estar lleno de flamencos, el animal favorito de la novia y que veremos en algunas decoraciones más en la boda.
La novia
Increíble y preciosa apareció Nuria con su vestido de Beatriz Alvaro Novias. Ella quería un vestido especial con el que se sintiera ella misma, y tenía claro cómo lo quería cuando fue a visitar a Beatriz; espalda abierta, sin volúmenes y con pedrería. Al llegar al atelier, Beatriz supo entenderla a la perfección y la enseñó una pedrería bordada en plata vieja con detalles en rosa cuarzo, de la que Nuria se enamoró nada más verla. Acierto total! ya que es uno de sus colores favoritos.
Para sus zapatos escogido a Salo Madrid con un diseño personalizado en rosa y plata con los que disfrutó a lo grande, sin olvidarnos de uno de sus complementos más bonitos, y espectaculares, el ramo de flores hecho por Blumenaria, de estilo silvestre con tonalidades rosas y amarillas.
Del peinado y del maquillaje de la novia se encargo Víctor de Ballestero Estilistas, cuñado de la novia.
Nuria estaba guapísima con un maquillaje natural y unas ondas en el pelo que sujetaban el delicado tocado que creo para ella Olivia y Cloe con las mismas tonalidades que lleva la pedrería del vestido.
Además Nuria quiso vivir un momento especial con sus amigas mas íntimas, sorprendiéndolas antes de salir hacia la iglesia con un regalo; una bonita pulsera de flores naturales que entregó a cada una de ellas, atada con un trozo del tejido de su vestido que la hacía más especial aún, realizadas por Blumenaria para todas, incluida su hermana y su madre.
La ceremonia
Se dieron el sí quiero acompañados de todos sus familiares y amigos más importantes, en la bonita iglesia románica de Nuestra Señora de la Asunción, situada a la orilla del río Duratón en Segovia; una ceremonia muy emotiva que no olvidarán fácilmente.
Para recibir a los invitados, creamos un bonito rincón de bienvenida montado en nuestro carrito de madera de estilo rústico, con agua de sabores; así se hizo más ameno el tiempo de espera de los invitados hasta la llegada de los novios.
También montamos otro rincón con pai-pais para aliviar el calor, que volaron enseguida, ya que en ese momento apretaba el sol, y los protectores de tacón para las señoras.
La decoración del interior de la iglesia fue sencilla, para destacar así su impresionante arquitectura siguiendo la misma idea de decoración del resto de la boda rústica en el Palacio de Esquileo.
Natalia creó pensando Nuria, una impresionante guirnalda de verdes en el pasillo. Nuria soñaba con ella desde el inicio del proyecto de decoración de la boda, y se enamoró de ella nada más verla.
Como no podía ser de otra manera, a la salida de la ceremonia, les esperaba un rincón con conos con flor de confeti natural para lanzar a la feliz pareja y desearles lo mejor, que a todo el mundo encantó y volaron en segundos.
Una vez solos y ya convertidos en marido y mujer, se hicieron alucinantes fotos en los alrededores y se trasladaron en su bonito Morgan junto a sus invitados al Palacio de Esquileo, un lugar maravilloso y lleno de encanto donde seguir celebrando su gran día.
Os dejo re-mirando la primera parte de su boda rústica en el Palacio de Esquileo. La segunda parte te la enseño la semana que viene; estate atento que si te has fijado en la última foto… se avecinan nubarrones. ¿Al final lloverá o no?
Nos leemos la próxima semana!
Arancha
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